lunes, 18 de noviembre de 2013

Las guerras del grado


Sabía cuando escribí el “misterio del grado cambiante” que abordaba un tema importante de una manera frontal, pero sin profundizar en los aspectos laterales de la definición, que son los que generan controversia.

Anticipé que tras unas cervezas y amigable charla cualquier escalador, tras hablar del logro o intento de encadenar una vía determinada, tiene que pararse a pensar en la graduación de la dificultad de la misma. Tras el análisis se apunta en la tradicional libreta, en la más moderna red social 8a.nu, o incluso en la barra de hielo de la memoria, que dura lo que tarda en escurrirse en su deshielo, sin darle más importancia.

Me interrogan algunos seguidores del blog dónde se origina la polémica y la discusión al ser un deporte individual de resultados individuales y medible en las propias vías, iguales para todos los escaladores, siendo capaces o no de encadenarlas. Reglas iguales en el método de escalada libre, graduación igual para todos y mismos materiales a disposición de los escaladores para su consecución.

Tengo, entonces, que meterme en faena y especificar cuáles son las “guerras del grado”, la sal y pimienta de nuestro día a día. Recordad que el grado es la medición, alcanzada por consenso entre el equipador y los repetidores, de la dificultad de una vía. Propuesta y confirmación de la dificultad no conlleva muchos debates en el noventa y nueve de los casos pero es el uno por ciento restante el que vale por todos los demás.

Vayamos por partes. Trataré de encadenar unas propuestas.

a.- Motivaciones de superación personal: la mayoría de los escaladores tratamos de superar el grado máximo alcanzado, razón de nuestros entrenamientos, desvelos y multi pegues a las vías (repetirla tantas veces hasta que somos capaces de encadenarla), por ello podemos caer en la tentación de probar una vía que está mal graduada, normalmente por debajo, y al conseguirla aceptar como buena la graduación, aún con nuestro pepito grillo instalado en el hombro diciéndonos que quizás no sea cierto.

b.- Trampas al solitario: propuestas de grado poco consensuadas, que el equipador propone y encadena en su nivel máximo, estando la dificultad por debajo. Las razones pueden ser variopintas.
b.1.- Presión de los sponsor: necesidad de obtener buenos resultados para seguir manteniendo la esponsorización, a veces de cuantías mínimas.
b.2.- Complejo héroe Marvel: capaz de superar lo humano. Cada uno tenemos un superhéroe favorito.
b.3.- Ego escalador: y por comparación con los demás. Referencias en revistas especializadas, blogs y páginas web son el objetivo de estas trampas.
c.- Grado Arrojadizo: hay equipadores que tras varias propuestas de dificultad que los repetidores de la misma proponen una dificultad menor, bien porque al probarla surgen métodos técnicos o de escalada que la hacen más factible de encadenar, bien porque la propuesta era errónea por encima, deciden que sus vías tendrán un sello de “dificultad”, para no volver a ser sujetos a revisión, y por tanto a crítica pública. Como si se pusiera en duda al equipador a la vez que a la propuesta de grado. La sensación de arrojadizo es patente.

d.- Grado campeón: son aquéllas propuestas hechas por repetidores de las vías indicando un grado inferior al propuesto inicialmente. En estos casos se adivina que hay una razón detrás de este hecho pues el repetidor proponente sabe el grado real. Esto puede ser:
d.1.- Complejo héroe Marvel: en otra variable, la de he llegado a un nivel sobrehumano que sólo unos pocos llegan y los demás en su afán de conseguirlo hacen propuestas de grado por encima del que es, que ya corrige. El grado justiciero es una variable de este complejo.
d.2.- Complejo profesor: Una mezcla del anterior con un afán de querer explicar su decisión, argumentando sin parar el por qué de sus diferencias de graduación.

e.- Apertura de nuevas escuelas: la dificultad es por comparación con las vías encadenadas en otras escuelas que a los equipadores les parecen de dificultad similar y van adecuando según se abren nuevas vías y vienen escaladores a refrendar o variar el grado.
e.1 .-En este caso es habitual que los escaladores locales piensen que el grado es más duro en su escuela que en las demás, donde las vías se regalan, en el concepto de que es más “fácil” encadenar vías de la dificultad máxima de cada uno.
e.2.- Interés en que una zona se conozca: bien porque hay un bar que quiere más clientes, un hostal que ha patrocinado un equipamiento u otros intereses comerciales al calor de un número creciente de escaladores ávidos de encadenar vías de máxima graduación sin mucha dificultad. Este punto es políticamente incorrecto escribirlo.

Hasta aquí llegamos hoy, seguro que se nos ocurren nuevas razones que hemos visto en nuestras charlas, al igual que a mí nos producen una sonrisa, espectadores de estas guerras, batallas amistosas y no tanto, de una valoración subjetiva por consenso. Sigamos.