jueves, 27 de febrero de 2014

Entre la Franja y la Quebrantahuesos


Los días de invierno son cortos y fríos. Este año además aderezados por un continuo de borrascas atlánticas, visitantes rápidos y continuos de nuestras escuelas. Nos han dejado sin muchos días para escalar, los pantanos llenos de agua, oro para el verano, y tiempo para encerrarse, con nuestros proyectos en mente, en los tablones de presas, programas de entrenamiento y bloques sin resolver.

El año avanza. Los problemas o situaciones crecen, se perpetúan y algunos nacen al albor de nuevas regulaciones, es raro que alguno se resuelva. Dividido mi tiempo entre dinámicos al último lateral de la Franja de Gaza y bajadas por la Quebrantahuesos de Cerler, el año pasado ambos en el horizonte, hoy proyectos en curso tras un período de aclimatación y aprendizaje con mi instructor sueco de esquí, genio en su visión de los españoles y nuestra forma de vida, vuelvo a la escritura de la gestión económica en la escalada deportiva. Período invernal superado en su rigor más intenso.

Me contaba Jesús, instructor en Cerler, que cada año va menos gente a esquiar a esa estación mientras sigue creciendo la afluencia al resto de Aramón. Tenía clara la solución, mejorar el acceso por carretera al valle de Benasque, auténtica ratonera en sus últimos kilómetros, ya que ahora es el principal elemento disuasorio a la hora de comparar con otras estaciones no situadas tan al interior de Pirineos. Inteligencia en el análisis de la situación y de su solución. Pendiente de una dotación presupuestaria pública y de una gestión política y administrativa para el impulso de una zona.

Aparcado en Valdecabras Sur, junto a otros treinta y cinco vehículos, leo la llamada de la Asociación de Escalada Sostenible de la Zona Centro a la renovación de socios, después del impulso inicial toca renovar, seguir apoyando la labor difícil, constante y tan ingrata de los que pelean con las administraciones públicas, propietarios de terrenos, regulaciones y prohibiciones, que nos afectan de forma permanente. Nuestra voz debe seguir siendo conjunta y expuesta como colectivo interesado. La constancia es la clave para el éxito a medio y largo plazo.

Cuenca sigue cambiando, creciendo, mejorando incluso la calidad de sus vías y sectores. El proyecto Tiketea Cuenca, en fase de análisis los escasos datos que se aportaron por un grupo de voluntarios, fue un intento de contabilizar el impacto en las cuentas de la ciudad y sus alrededores, en próximas fechas lanzaremos las primeras conclusiones, éxito en el planteamiento, no tanto en el desarrollo del mismo.

Luces y sombras. Días de lluvia que anticipan una cercana primavera. Marcho para Margalef. Hablaré con el Lechero, el alcalde, a ver cómo va el problema de la recogida de basuras. Uno más de los temas pendientes del año, requeridos de gestión y afrontar el problema, no pasar de lado para que lo resuelva el paso del tiempo, nuestro peor enemigo.

Luces y sombras al atardecer en Valdecabras Sur